XIX Carnaval Literario
El arca de Noé y otros espacios misteriosos
Gençana es un proyecto educativo que inició su andadura hace veinticinco años y que nada tiene que ver con la enseñanza tradicional. Quien conoce de cerca sus aulas, sus métodos de trabajo, su equipo de profesores y quienes conforman la cooperativa descubre que la educación de calidad es posible, y que la enseñanza no se limita únicamente a un horario reglado y lectivo, sino que va mucho más allá.
Porque Gençana es, en realidad, una gran familia donde todo el que llega de fuera es acogido con dedicación y cariño, y donde comparten responsabilidades padres y maestros.
Me siento orgulloso de haber compartido dicho proyecto -durante seis días- con niños, profesores, jóvenes, padres, cocineras, personal de administración y dirección y todos los que trabajan día a día por educar a niños y jóvenes.
En Gençana, una vez acabada la jornada escolar, los niños y jóvenes (y también algunos padres) permanecen en el colegio sin mostrar ningún interés por volver a casa.
Las puertas del colegio y del instituto siempre están abiertas y los chicos pasan allí la mayor parte del día.
Pero este gusto por la escuela también es compartido por los padres, quienes se implican y toman protagonismo en la tarea formativa, y por los profesores, que nada tienen que ver con el habitual funcionario de la enseñanza. Ese grado de compromiso personal, ajeno a muchos colegios e institutos al uso, es lo que caracteriza a esta escuela. Y el que cada aula cuente con una biblioteca propia, y el que la motivación de los profesores sea distinta, y el que no haya un libro de texto para cada materia, y el que exista una librería con más de dos mil volúmenes que responden a un criterio de selección muy riguroso y selecto.
Gençana es sinónimo de recreo, de placer por la lectura, de gusto por la música y el teatro, de ejemplo educativo y cultural. Todos los años trabajan sobre un tema a lo largo del curso. Eligen materiales y lecturas, preparan disfraces, bailes, coreografías, piezas de teatro. Escriben, pintan, crean y comparten opiniones e ideas con escritores invitados, cuentacuentos, animadores, ilustradores, editores, titiriteros, artistas.
Este año han pasado por Gençana nombres de la talla de Ana Pelegrín, Bartolomé Ferrando, Joan Manuel Gisbert, Carlos Marzal, Antonio Santos, Mario Merlino, Primigenius, La Chana, Andrés Ibáñez, Etienne Delessert y aún faltan por pasar Miguel Calatayud y Felipe Benítez Reyes. Formar parte de esa nómina es para mí un placer, sin duda.
Gracias a Pedro y a Sofía, a Virginia, a Rafa, a Jesús (por su acogida y su trato), a Mari Carmen, al resto de profesores y equipo de Gençana, a niños y jóvenes, a los padres y, sobre todo, a Federico Martín Nebras, por confiar en mi trabajo e invitarme a vivir esta maravillosa experiencia.
Una pequeña muestra del fantástico desfile literario de este año:
Envidia sana me das...me alegro de que hayas disfrutado tanto. Y me parece tan estupenda la idea de ese tipo de escuela....Yedra
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