El patio de mi casa es particular
Vuelve el diario “La Gaceta” con su ofensiva contra las Ferias del Libro en la ciudad de Salamanca. Una ofensiva patrocinada por algunos hosteleros y por políticos que piensa más en gobernar para el turista, y el de fuera, que para el ciudadano. ¿Y ese argumento de primero los de aquí dónde se lo han guardado? Será que los de aquí no invertimos en la ciudad y el madrileño y el turista sí.
Ahora es Begoña F. Orive la periodista que redunda en la idea de “okupación”
que dicho medio plantea desde hace tiempo para referirse a la celebración de
dichas Ferias en el espacio público de la Plaza Mayor. Y no es deliberado el
uso de dicho término, a La Gaceta Regional de Salamanca, mucho más provincial
que regional, le gusta insistir en esta
idea de “okupación” para crear aún más dudas sobre si no se estará “usurpando”
en exceso este espacio con tanta celebración. Como si la Plaza fuera un patio
particular en lugar de un ágora pública.
Este año, de hecho, la Feria del Libro se ha desplazado en el
calendario varios días para evitar que coincida con el puente del primero de mayo.
Según la Gaceta Regional, y los hosteleros que les azuzan, Salamanca se llena de
madrileños y otros turistas que vienen a la ciudad para hacerse sus selfies en
la Plaza y las casetas afean la imagen. Como si este lugar emblemático fuera
reducido a un trampantojo para un photocall permanente. Ah, y el montaje de las casetas también les ocasiona muchas molestias a los turistas. Pobres.
Las casetas, insisten otra vez más, afean la estética de la Plaza. Las
otras casetas, las que diseminan por todas las calles del centro durante las
Ferias y Fiestas para ofrecer vinos y tapas a granel, no parecen ser feas. Pero
tampoco parecen afear la estética de la Plaza los estandartes de las diferentes
cofradías que se cuelgan de sus balcones en la Semana Santa o las torretas de
luz que coloca Iberdrola para el festival “Luz y Vanguardias” o cuando en época
de mundiales se llenan las terrazas de cables que se conectan a enormes
pantallas de televisión. Eso es engalanarla.
Tampoco afeó la Plaza durante años el medallón de Franco. Ni
aquella pancarta que el Ayuntamiento exhibió en su balcón con el
lema “Venceréis pero no convenceréis”, usado de manera torticera para defender
la unidad del Archivo de la Guerra Civil. Defender la estética de la Plaza Mayor pero sin plantearse ninguna
cuestión ética, al respecto, parece no importarles. Como tampoco parece importarles degradar la cultura refiriéndose a las Ferias como "espectáculos de medio pelo".
¿Fue estética la “okupación” que se hizo de dicho espacio cuando una
empresa hostelera de la Plaza ocupó parte de ese espacio público para una fiesta privada? ¿Las
moquetas verdes y los maceteros que se colocaron en el ágora no afeaban los
selfies de los madrileños y turistas que veían como únicamente la gente de
postín ocupaba aquel espacio cerrado al resto de viandantes? Aquella
celebración vulneró el reglamento de uso de la Plaza pero el Ayuntamiento
parecer ser más partidario de multar a posteriori (con rebaja de multa
incluida) que velar por el incumplimiento de las normativas.
¿Habrá que cambiar dicha normativa donde se señalan como preferentes
para su celebración en la Plaza Mayor las Ferias del Libro de la Ciudad y los acontecimientos de las Ferias y Fiestas de la Ciudad? Se
habla de que la remodelación de la Plaza de los Bandos se está haciendo para
acoger en el futuro las Ferias del Libro y otras actividades que tienen lugar
en la Plaza. ¿Es entonces ésta la crónica de una muerte anunciada? ¿Está tomada
ya la decisión de trasladar las Ferias?
Fue el propio Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de la ciudad hasta
hace poco, quien impulsó hace años la normativa de uso de la Plaza Mayor, aprobada en pleno por el Ayuntamiento de
Salamanca. Ahora las voces críticas contra la Feria lo consideran un
reglamento inútil. En ese reglamento se
regula el espacio de la Plaza Mayor, un lugar público que pertenece a la ciudad
pero que el Ayuntamiento entrega a manos privadas cuando le interesa o que
convierte en el patio particular de su casa otras tantas.
Como hizo Franco en 1937 cuando recibió al embajador alemán Wilhelm Von
Faupel “engalanando” la Plaza Mayor con grandes esvásticas. Aquella “escenografía
franquista” fue un insulto grave para la ciudad. Esta otra escenografía que cada cierto tiempo impulsa el diario también
lo es. La Plaza Mayor de Salamanca es de uso público y no particular.
Particular fue, por ejemplo, el uso que se hizo de ella para contentar
al gremio de hosteleros que promovió el concierto de Dj Luciano como
experimento de difusión de la imagen de la ciudad. Solo dos meses después de la aprobación de la
normativa ésta se vulneró por completo con la autorización de este concierto.
Por cierto, el vídeo de promoción turística de la ciudad que se pretendía con
esa actuación tiene 7,253 visualizaciones y cero comentarios en Youtube. ¿Es
ésta la promoción auténtica de la ciudad a la que se refiere Begoña F. Orive?
Hay quien pretende otorgar el rango de “evento prioritario” a la
Nochevieja Universitaria bajo el pretexto de que la imagen de la ciudad recorre
el mundo entero. Y esa pretensión la avalan políticos y hosteleros de la
ciudad. ¿En serio? Hasta el excalde Julián Lanzarote, a quien no quiero señalar
como bueno en este artículo, se refirió a este evento como lo que es: “un
botellón disfrazado” que “deja la ciudad como un vomitorio”. ¿Está es la marca
Salamanca que queremos exportar fuera? ¿Aspiramos a ser como Magaluf?
No importa que la empresa Brugal proyectara sus anuncios sobre las
paredes de la Plaza Mayor durante la celebración de una de esas Nocheviejas aunque
la normativa sea clara en este sentido, prohibiendo en este espacio público las acciones que
promocionen el consumo de alcohol. Brugal únicamente se llevó un mínima sanción
y listo.
Begoña F. Orive insta al nuevo alcalde a tomar medidas contra el uso de
la plaza durante las Ferias del Libro: “Pero ahora el nuevo alcalde, Carlos
García Carbayo, tiene la oportunidad de regular la utilización del recinto
monumental, buscando otras ubicaciones para los libreros que “okupan” durante
un mes la Plaza y permitiendo solo aquellos acontecimientos que sí supongan una
auténtica promoción de la ciudad” ¿Es la Nochevieja Universitaria una promoción
de la ciudad?
Las huestes napoleónicas expulsadas por Wellington mutilaron las
narices de muchas de las efigies de reyes y héroes esculpidas sobre los
medallones de la Plaza.
Los hosteleros y el gobierno del PP quieren echar ahora a los libreros
del mismo lugar y con ellos a quienes consideramos que la cultura tiene que ocupar
el centro de la ciudad, porque la cultura sí que debería promocionar a una ciudad
que presume de culta pero sólo se mira en el espejo de la herencia recibida.
¿Hasta cuándo vamos a vivir de Fray Luis de León y de la piedra de Villamayor?
¿Esa es nuestra única riqueza? Se echan en falta en este asunto algunas voces
críticas de la Universidad, asentada curiosamente en la Calle Libreros. Algo deberían señalar
con relación a esta expropiación cultural, ¿no?
Cerramos esta reflexión con las palabras que Alfonso Fernández Mañueco firmó en el prólogo
del último programa de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión:
“Las casetas invitarán a sus libros a convivir con las personas en nuestro
privilegiado foro de la Plaza Mayor entre el 20 de octubre y el 4 de noviembre,
a mezclarse con ellas, a ocupar un espacio y un tiempo en sus vidas. Acérquense
a las librerías, paseen a su vera, déjense atrapar en alguno de los
expositores, abran las tapas de un libro y a la vez su mente para ser
partícipes de esa transmisión.
Los conciertos y el teatro programados en las
actividades paralelas serán un aliciente que se sume al atractivo de la lectura
y al que siempre adorna nuestra Plaza Mayor.
Las 21 librerías de 9 provincias
españolas muestran el buen posicionamiento de esta feria salmantina en el
panorama nacional, como corresponde a una ciudad cuyo nombre está vinculado a
la cultura”.
¡Genial! Aunque yo hubiera empezado por el final, con las palabras de Mañueco.
ResponderEliminarBravo!!!!!!! queda clarito para unos si... para otros no
ResponderEliminarBien, Raúl.
ResponderEliminarEstupendo.
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