La segunda voz
Ayer fue registrado en la Diputación de Salamanca un proyecto para publicar una antología poética de Remigio González “ADARES” con el título de La segunda voz (Poesía 1972-2000).
La petición fue cursada por Ángel, uno de sus hijos, y cuenta con el aval de Luis Calvo Rengel y José Yáñez, alcalde de Alba de Tormes. La selección y el prólogo corren de mi cuenta.
Esperamos que la Diputación resuelva de manera favorable nuestra petición y el libro vea la luz dentro de la colección de poesía de la entidad.
De este modo se vería saldada una de las muchas deudas que las instituciones aún tienen con el poeta, quién dedicó toda su vida a la poesía y durante veinte años guardó fidelidad a la Plaza del Corrillo, donde administraba sus libros y su mirada.
Ojalá que algún día se hagan realidad las palabras de Santiago Juanes y dicha plaza recuerde a su poeta como se merece:
Me gusta imaginar a un “ADARES” de bronce sentado en el Corrillo eternamente y a los niños preguntando a su padre quién es ese señor de las barbas... Un sencillo homenaje para quien fue un poeta sencillo y un amable ser humano unido al Corrillo por un verso. Santiago Juanes (La Gaceta Regional, 6 de febrero de 2001)
Este es sólo un aperitivo del contenido del libro:
Muerte
Porque yo ya he llegado a donde iba
al medio siglo estirajando chicle.
Por la cabaña tonta de la escoba
reventando botellas a la muerte.
¿Quién me robó el rancho de los pavos?
¿Quién me robó el cartón de mis comienzos?
Ella fue quien me ocupó la noche
sin perseguirme nadie; fui de entonces.
Ahora voy a morirme junto al río
donde hospedar a mi conciencia pueda
y que me juzgue el ansia y la vejez.
Olvidar el camino sólo quiero
y a la forofa calle de los vivos
porque ya desde ahora, soy del aire.
Publicado en Sangre talada
Un arbusto de mimosos
A la niña de los baberos
canesuados
de organdí.
A la que pone multas en los labios del estambre
y la fibra.
A la que junta barcos,
hierros,
antojos,
lugares y palabras de ajacintadas formas.
A ella.
Esta línea que aludo en todos los sonidos.
Yo, en todos los amores que he reunido, por el bien del
[amor,
nunca tomé medida para amarla
Publicado en Vuelo de papel
Me sorprendió este beso
de lavadero hondo
una tarde de mancos
árboles enanos
Los tristes océanos
y llamados por ellos
pasaron a ser dignos
por la primera vez.
Azúcar de terrón blanca y morena niña
de la guitarra ágil.
Son tus ojos oscuros de fuente y de árbol.
De chorro tu piel vibra hebras glaciales
y de lunas y luz.
Es tu nombre amapola que por tus cabellos
he soñado volar.
Alta abeja espiga primavera de los abanicos.
Tu canción y por dentro ola escrita segadora
de nardos oceánicos.
Escucho tu saliva tan honda como excitante
porque definitivamente
eres devoradora.
Publicado en Me enamoré sin permiso
poeta que bebes en noches vagas de no importar nada las últimas gotas de una estrella exprimida en el asombro. poeta de luces, tauromagia, candil en mano para una ciudad de grises, donde habré de reconcer a partir de ahora a Neruda en las peluquerías. Poeta de expandir en la mano un mapa que se come. poeta de reinvindicar el sindicato de la libélula. poeta de afincar una huerta de eses y eles y haches sabias y dulces como el sugus. poeta raúl, o poeta de ordeñar la miel de los poetas. dime, cómo hacer, como la luna, para llevarse la poesía a la boca?
ResponderEliminarGracias, Raúl... no sabes lo que me ha costado encontrar algún poema de Adares en la web. Un saludo
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